Tiene que ver conmigo misma, con mi tranquilidad, con mi paz, con mi búsqueda interna.
No tiene nada que ver con haber madurado o no, o con ser más inteligente o más sabia que las mujeres que sí salen de fiesta. Tiene que ver conmigo misma, con mi tranquilidad, con mi paz, con mi búsqueda interna. Pero para que se entienda mejor el por qué en este momento de mi vida prefiero hacer otro tipo de planes antes de ir a una fiesta o rumba, les dejo tres razones claves.

Siento que ya superé esa etapa en la que disfrutaba invertir mi tiempo arreglándome para salir de fiesta.
- Me di cuenta que una rumba o una fiesta, me restaba energía vital que podía invertir en leer un libro o en tener una buena conversación. La rumba es sobre bailar y embriagarse hasta el amanecer y perdía horas que anhelaba estar en mi cama terminando el libro que había comenzado. Cada persona tiene sus gustos personales, y siento que ya superé esa etapa en la que disfrutaba invertir mi tiempo arreglándome para salir de fiesta.

- Porque ya no me divierto de la misma manera que antes. Ahora encuentro diversión en otro tipo de planes. Ir a pescar, escalar una montaña, viendo series o películas. Es cuestión de tiempos, y entiendo que los seres humanos somos de etapas.
Me sentía como un ser ajeno al lugar y a las personas.
- Dejé de encajar en el ambiente. Y esto va ligado a las dos razones anteriores. Al ver que mi tiempo lo estaba mal invirtiendo en algo que no me divertía, dejé de sentir que estaba siento parte del ambiente. Me sentía como un ser ajeno al lugar y a las personas.

Y bien, estas son mis razones. Sé que muchas no se van a sentir identificadas, pero les aseguro que a todos nos llega un momento en el que superamos ciertas etapas de nuestra vida.
TAMBIEN TE PUEDE GUSTAR