El Vlogging se ha vuelto una opción de trabajo para muchos coreanos y a menudo filman en los restaurantes, llevan su equipo de grabación e incluso realizan transmisiones en vivo. Sin embargo, muchos locales están declarando una política de “No Youtuber”.
Según los informes, un restaurante en Gapyeong, Gyeonggi-do, vivió momentos de mucha molestia cuando una persona estaba filmando y entró a la cocina sin permiso.
El dueño de “Gangmo”reveló que solía aceptar a los vlogger ya que eso lo ayudaba a promocionar su negocio, pero se dio cuenta que estaba perdiendo clientes habituales.
Además, los Vlogger han empezado a ganar mala reputación porque piden comida gratis o exigen ver la cocina del restaurante
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