Esta es la historia de Bobby y su esposo Kenny McCaughey, una pareja de estadounidenses que no podían tener hijos y que tomaron la difícil decisión de someterse al proceso de inseminación artificial. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando le informaron que no fue 1 sino 7 embriones que fecundaron el óvulo, es decir iban a tener 7 hijos, algo nunca antes visto.
Fue en 1997 cuando Kenny, Alexis, Kelsey, Nathan, Brandon y Joel nacieron completamente sanos. Lamentablemente el padre de los recién nacidos no quiso asumir la responsabilidad que le tocaría y abandonó a su familia.
La desesperada mamá empezó a pedir ayuda a distintas empresas y al presidente de los EE.UU, quienes no dudaron en ayudarla.
Ya han pasado 20 años y los jóvenes se encuentran agradecidos por toda la ayuda que le brindaron, y hace poco se acaban de graduar de la universidad.
Boddy se encuentra muy feliz pues siente que su esfuerzo valió la pena,y ahora puede decir que lo logró.