El tema del aborto en todos los casos es mayormente tabú en distintos países. En una sociedad conservadora como Corea del Sur, la situación es aún más compleja.

Según sabemos mediante informes en internacionales, un feto no tiene “vida” hasta los 3 meses de gestación, dado que recién para aquel tiempo se termina de formar el sistema nervioso.

Sin embargo, en Corea del Sur la situación es aún más peculiar. Si bien desde 1953 las coreanas pueden abortar en caso de violación, incesto y riesgo de slaud biológico, el gobierno coreano concibe a la sociedad bajo el slogan de “Population is power” (Más gente, más poder).

Ello impide que el estado coreano vea un embarazo no deseado como riesgo para la salud pública a pesar de que en el último año, alrededor de 340 000 coreanas realizaron abortos clandestinos y tuvieron complicaciones durante ellos.

Según informa una de las feministas, activista a favor de que el estado reconsidere su posición al respecto del tema, ser madre soltera en Corea del Sur es someterse al repudio social, a las críticas familiares y a la imposibilidad de conseguir un trabajo digno.

Asimismo, ser madre soltera implica ser vista como una mujer “fácil”. La activista declaró que: “Es fácil decir no lo abortes, tenlo y luego dalo en adopción sin saber que existen miles de niños abandonados en nuestra sociedad. Además de que siempre serás vista como una mala mujer después de hacerlo. E incluso antes de ello, la carga psicológica de dejar a un ser humano a su suerte pesa para la gran mayoría de mujeres por la crianza que hemos tenido. Tener un hijo no deseado en nuestro país, es tortura”.

La activista añadió que: “Pedir la vida es pedir una vida digna, no solo incrementar la población por incrementarla”.