Dentro de los k-dramas, existen distintas situaciones que nos hacen enamorarnos de los protagonistas. Sin embargo, debemos admitir que a menudo, y cuando finalizamos todos los episodios, nos preguntamos por qué. Algunos protagonistas son violentos, posesivos y aunque más de una reconozca que no es lo que nos guste para la vida real, no podemos evitar sentir debilidad por estos chicos.
Todos estos protagonista tienen historias y a menudo son personas que han sido lastimadas pero de buen corazón. De algún modo, ellos logran crecer y mejorar junto a nuestras heroínas de drama. Ellas logran darles lecciones de vida que nos hacen creer que los cambios, el amor y la vida misma son hermosas (con todo y sus tragedias).
Estos son los momentos en los que los protagonistas masculinos van ganando nuestro corazón y no nos damos cuenta:
1. Citas creativas
A diferencia de cualquier otra persona, los chicos de los dramas se esfuerzan en conocer a su pareja y, por ello, sus citas escapan lo convencional. Pueden ir desde lugares exóticos hasta algunos simples lugares pero con mucho significado para la pareja. Después de todo, se trata de los lazos que van construyendo y de cómo develan algo de sí mismos mediante la relación.
2. Las típicas jaladas de mano
Aunque parezca y sea un acto posesivo inicialmente, este cliché es parte de cómo estos personajes están construidos. Sería más fácil si dijesen “quédate”, dado que son personas poco comunicativas. Sin embargo, ellos dejan que sus acciones hablen por ellos. A veces demasiado.
3. Se sacrifican por la felicidad de la otra persona.
Después de todas las idas y venidas con la protagonista, los chicos de dramas son aquellos que cuando la ven feliz con alguien más o sin él, la dejan en paz. No porque no la quieran a su lado, a veces hasta les cuesta demasiado, pero ponen la felicidad del ser querido por encima de ellos. A pesar de su comportamiento egoísta inicial, ellos logran mostrarnos ese otro lado de sí mismos.
4. Toman al responsabilidad por sus acciones.
Orgullosos o egoístas, como sea que se muestren, cuando se dan cuenta de sus actos, ellos suelen tomar toda la responsabilidad y procurar solo el bien.
5. Son positivos.
A pesar de todo el drama y las tensiones que atraviesan, ellos tienen una visión de la vida que consiguen cambiar cuando se enamoran verdaderamente. Lo ven con cierto optimismo y su alegría salta a flor de piel cuando son correspondidos.
6. Los detalles.
Los chicos de dramas siempre tienen un hábito o algo que compartir con la protagonista. Desde una cadena, una pulsera hasta un lapicero. No existe un valor económico para lo que puedan otorgar, si no lo que significa para ellos y para la persona a la que se lo brindan.
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